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Signos de dolor (felino)

Nuestras mascotas suelen enmascarar su dolor, y como no pueden hablar, es aún más difícil saber si están incómodas. Muchas personas aceptan el enlentecimiento de su mascota como un signo normal del envejecimiento. Es importante recordar que la vejez no es una enfermedad. Hay algunos cambios de comportamiento a los que puede prestar atención para determinar si su mascota podría estar sintiendo dolor. Debemos diferenciar entre los cambios de comportamiento normales de las mascotas mayores y los comportamientos anormales que indican dolor.

Un Cuestionario Rápido
 

  1. Samantha es una perra de ocho años. No come tanto como de costumbre ni juega con sus juguetes como suele hacerlo.
     

  2. Tiger es un macho de dos años al que le acaban de extirpar un quiste. La incisión es bastante pequeña, pero pasa mucho tiempo encorvado en su jaula y silba cuando la gente se le acerca demasiado.
     

  3. Mocha es un macho de 12 años con cáncer abdominal. Come y duerme como de costumbre y no llora ni se inmuta cuando le tocan la barriga.


Pregunta: Cuál de estos perros tiene dolor?


Respuesta: Todos. Samantha tiene un absceso dental, la incisión de Tiger le duele y el cáncer de Mocha le duele muchísimo.

Sample

Estas son algunas señales de que su perro podría tener dolor:

 

  • Evitar superficies resbaladizas
     

  • Dificultad para levantarse o acostarse
     

  • Dificultad para ponerse cómodo
     

  • Cojera
     

  • Sentarse sobre una cadera u otra con las patas traseras extendidas a los lados.
     

  • Esconderse.
     

  • Caminar encorvado.
     

  • Reticencia a ser cepillado o acicalado.
     

  • No querer ser alzado ni tocado en alguna zona.

Cada vez que el comportamiento de un gato cambia, puede ser señal de que algo anda mal. Una visita al veterinario puede ayudar a determinar si se trata de dolor o de otra cosa. Si nota alguno de estos comportamientos, informe a su veterinario. Una buena regla general es: "en caso de duda, consulte". El primer objetivo de cualquier plan de tratamiento será controlar el dolor y las molestias. Una vez que su gato empiece a sentirse más cómodo, el veterinario añadirá tratamientos para recuperar la movilidad, la fuerza y la función.

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